viernes, 26 de septiembre de 2008

Por sus obras los conocerán… por Napartheid

Fito es todo lo que le pasa.

Nadie sabe qué nos deparará el futuro. Lo que hoy es blanco mañana es negro. Ésta es una de las cosas que te hacen plantearte que esta vida merece la pena ser vivida. Que lo que hoy está mal mañana mejorará. Pero también hay siempre algún ejemplo de que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Y ahora no es el momento de ponernos en plan abuelo cebolleta contándole a la gente más joven que en los 90 había compromiso político a raudales, las barricadas eran las protagonistas en nuestros barrios e institutos o la universidad era un foco intelectual, vanguardia de los movimientos sociales. No es el momento. Pero aunque no sea para decir que recordamos tiempos mejores, está claro que casos y situaciones estrujan nuestro cerebelo hasta dejarlo casi exhausto y nuestros recuerdos se amontonan. Sensaciones que nunca volverán. Emociones y admiración que, de tanto flotar entre nosotros, han terminado por desaparecer.

Llegados a este punto, me apetece destacar como ejemplo de que cualquier tiempo pasado fue mejor una figura que, sin duda, despierta sentimientos de todo tipo. Se trata de Adolfo Cabrales, más conocido como "Fito".

Su ejemplo es el de la persona que renuncia a toda la huella y la impronta que sin duda dejó en toda una generación de jóvenes que le seguíamos. Bueno, a él no, era a su grupo. A Platero y Tú. De aquella época de los 90 quedarán en nuestra memoria grandes himnos de revancha y mala baba que era lo que nos ofrecía el grupo bilbaíno. Todo ello bajo una calidad musical que, con la discusión sobre si sus letras o su temática eran las mejores, siempre quedaba por encima de todo.

Y con estas nos hemos encontrado que, echando la vista atrás, toma fuerza el famoso dicho que establece que el hombre es dueño de sus silencios y preso de sus palabras. Y lo relaciono con la figura de este bilbaíno del barrio de Zabala (que curraba en La Palanca, según cantaba), porque creo que es un triste ejemplo de lo que pudo ser y no pudo. De una carrera que empezó (y cito a su compañero de gira Calamaro) con una honestidad brutal y se ha desarrollado por otros caminos. Más cercanos al negocio musical, la canción de moda y el look del "ungerground comercial" que al compromiso que, por lo menos, mostraban sus letras cuando perteneció al grupo.

No es otra cosa sino ser coherente en esta vida. Fito ha llegado a cantar contra los Guardias Civiles (en la canción ‘Desertor del arao’), a favor de la okupación (‘Patada en la puerta’), el speed y la mala vida (‘Marabao’), contra los carceleros (‘No me quieres saludar’) y otras tantas más. Ahora es otra cosa. Como decía en la canción ‘No hierve tu sangre’: "tra la ri la ri, no queda bien pero vende". Las quinceañeras con palestino rosa “made in china” no saben de los problemas de barrio, ni de qué significa un gaztetxe.

Todos tenemos la sintonía de sus últimas "creaciones" en la cabeza. Más por repetición en los bares y radiofórmulas, que por precisamente la intención de escuchar sus últimos discos. Cuando Fito marchó fue en solitario, el Uoho, que componía junto a él en Platero, era el alma mater del grupo y le produjo los primeros discos, e incluso grabó en su estudio que tiene en un baserri bizkaino. Los dos últimos, desde 2003 hasta ahora, los del salto al money, los ha grabado en el extranjero, con otros productores con más "nombre".

Y ahora, ese mismo hombre chupado por la anfetamina en sus largos días creativos (en una de sus canciones, que dice que “mi corazón está enganchado al speed”, obvia esta parte, supongo que el bienquedismo y lo políticamente correcto pueden con sus memorias) ofrece otra imagen.
Ahora ya sabemos lo que hay: Los 40, Cadena 100, la MTV, el gafapastismo, el reniego de mis pasado más "comprometido" y me compro mi gran chalet a la vez que me junto con la FNAC, el Corte Inglés y los chicos de la SGAE.

Aquí va una canción que tocaba Platero a comienzos de los 90. En un tamaño mayor se destaca lo que en su día cantaba y criticaba este señor y que ahora, precisamente, es en lo que se ha convertido. (Ojo a la última frase.... "tírate a la ría!!!")

El tiempo es el único juez que quita y da la razón.



No hierve tu sangre

Chico cambia de nariz
yo te ayudaré a triunfar,
saldrás en TV
y hasta en Radio Nacional.
Ahora canto esta canción
"tralará, lorí, lorá"
no es muy buena, ya lo sé,
pero se puede vender.


Siempre te ha gustado más
el cuero que el rock´n roll
y salir a vacilar
que escribir una canción.
A ese chico has engañado
con tu foto en su pared
y has cortado el bacalao
antes de tirar la red.
No importa
que mientas
que engañes,
que no sientas
nada
por el rock´n roll.

Tú te creer que yo te envidio por sonar
en los 40
pero no me das ni asco,
ahora sólo me das pena;
tanta foto, tanta pose,
tanta tanta tonteria,
cuélgate una piedra al cuello y ahora
tírate a la ría.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Por muy de duro que alguna vez he ido siempre me gustao Platero, y creo que no se podía haber descrito mejor todo lo que ha acontecido con esta gente. Gran artículo este Napartheid.

lutxo dijo...

Lo mejor de la historia que cuentas es que el de Fito no es un fenómeno aislado. Mira los Simpson, que se han convertido en el tipo de serie que parodiaban.

Con respecto a Fito, creo que tiene detrás buena parte del bilbainismo militante, que ha sido poco crítico. Y por eso da conciertos de 50 y tantas mil personas.

Además, se ha vuelto un pastelero...

Me pregunto si a la vez que ha dejado el speed se ha unido a alguna iglesia evangelista o a la cienciología...

Un abrazo, Napartheid!

Anónimo dijo...

Amenazo con otro artículo de Fito y su última etapa en Platero y Tú. Cuando Fito se convirtió en Frito.