Aunque normalmente me vuelvo apasionado con lo que aquí se publica, creo que no exagero si digo que ver el video de ahí arriba (visto hace poco en algún programa de zapping y humildemente subtitulado por un servidor) les va a proporcionar uno de los minutos más placenteros del día. Muchos, después de verlo, seguramente recuerden la chocante escena de Bowling for Columbine en la que James Nicols, hermano de Terry Nicols (uno de los dos imputados por la masacre del edificio Alfred P. Murrah en Okahoma en 1995, 168 muertos), muestra al director Michael Moore (fuera de cámara) cómo, efectivamente, guarda una magnum de 44 milímetros bajo su almohada. En un principio, cuando Nicols sugiere tal delirio, Moore le responde: "vamos hombre, eso es lo que dice todo el mundo". Imagino que Terry Nicols será de esos clientes que ya tienen un "The Back Up" para cada lado de la cama. Al fin y al cabo, como él mismo dice, "nadie me lo puede negar, es mi derecho constitucional".
Echando un vistazo a la historia americana más reciente uno también recuerda, al ver este bonito telecomercial, episodios como la matanza del campus de Virginia Tech (32 muertos), el famoso francotirador (al final se decubrió que eran dos los asesinos) que abatió más de 10 personas en los estados de Maryland y Virginia en octubre de 2002, el otro francotirador de Virginia que al año siguiente acabó con la vida de tres personas, la misma masacre de Columbine o cualquier otro episodio similar.
Aunque el tema de las armas está más que trillado a estas alturas, a uno no le dejan de sorprender videos como el expuesto. Supongo que tener un "sujeta-armas" entre el colchón y el somier es una imagen tan folclórica en Estados Unidos como en España puede serlo tener un vestido de faraláis en el armario. Es un tópico, pero ocurre, especialmente en determinadas zonas del país. La idea es siniestra, delirante, aberrante, da miedo... pero provoca la risa floja. Especialmente en formato anuncio de teletienda, que es un género que triunfa especialmente en las madrugadas y que se caracteriza por vender de una forma descaradamente burda, pero seguro que efectiva, productos inútiles y de baja calidad (de esos que nunca se utilizan más de dos veces) a gente, pues eso, que ve la tele por las noches.
Seguro que alguna vez pensó, hace años, adquirir la gama completa de cuchillos Ginsu o uno de los muchos limpiadores milagrosos para cualquier tipo de superficies que llevan décadas copando la teletienda. Después de aquellos aparatos que apoyabas en la tripa y que sustituían de una vez por todas los bancos de abdominales vinieron aquellos que sacudían impulsos (o descargas eléctricas) y moldeaban las curvas de la gran Norma Duval. Ahora, podemos ver en las madrugadas de La Sexta el Yes-extender (¿?), que supuestamente es muy fácil de colocar, muy cómodo y alarga la polla ("quien dice que el tamaño no es importante, miente"). Después del Back Up juro no volver a escandalizarme con nada.
Por cierto, no dejen de visitar la página web comercial de The Back Up, especialmente su sección FAQ (frequently asked questions), en la que se nos explica, entre otras muchas cosas, porqué es mejor usar una escopeta antes que una pistola.
5 comentarios:
ke miedo, amatxo maitia
Vaya, vaya. este post me recuerda que le tengo que preguntar a mi compañero de piso americano (de missouri creo) acerca de esto, a ver si me sabe decir en qué momento exacto comenzó la paranoia...
Un familiar que vivió en EEUU me contó algo que Los Simpsons tambén explicaron en su día. La segunda enmienda es una reminiscencia carca y un tanto siniestra de la guerra de independencia, en la que se logró la independencia de Inglaterra. Ésta, como las otras diez primeras enmiendas de la constitución americana, fueron propuestas en septiembre de 1789 y aprobadas en diciembre de 1791.
La segunda otorga, literalmente, el derecho a los americanos de "poseer armas".
Como Moe nos recuerda en los Simpsons, "es un derecho constitucional para mantener alejado al rey de Inglaterra". Es decir, la segunda enmienda puede ser entendida como la facultad de la población civil para defender, con sus propias armas, el nuevo estado.
Pero hay otras interpretaciones. Algunas de ellas apuntan al carácter progresista de este derecho. La población civil puede tener armas, para que el propio Estado no sea el único que pueda hacer uso de ellas. De esta forma, el propio pueblo podrá utilizar la fuerza y autorregular el funcionamiento del país, en caso de que los gobernantes se tornaran autoritarios.
Desgraciadamente, con el paso de los años (siglos, mejor dicho), la vigencia de esta enmienda ha sido asegurada por grupos de presión como la Asociación Nacional del Rifle. Las hipotéticas razones que llevaron a los "padres de la patria americana" a formular esta ley han quedado (fueran las que fueran), evidentemente obsoletas. Pero explícale tú eso a 20 millones de americanos.
Un abrazo txarrini y otro para tí, iratxo.
ossstiaaaa tú, que tranquilo me he quedau. Esto de las armas es un invento de la ostia, ya ves, antes necesitabas bajar al sótano (hacer visitica a la famili) coger la pipa y subir... una perdida de tiempo de la ostia. Cuando la tecnología se pone al sevicio de las necesidades sociales es cuando avanza la sociedad. G.E! y birretan jarrai!
voy a tener que poner un detector de burradas en los comentarios.
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