viernes, 18 de febrero de 2011

Cuando el sol cae a Poniente y fumo en mi habitación por Demian



No sé por qué, pero a veces me da por pensar en blanco y negro. Se van los colores y me quedo en color sepia, me quedo en humo y sombra. Me acuerdo de personas que nunca conocí y toco notas que no estoy seguro de haber escuchado. Todo esto sucede o sucedió en algún momento de mi imaginación y algún punto de esta realidad. Son coordenadas que no acabo de ubicar, son locuras que no acabo de escribir con nitidez.

A menudo me siento en un bordillo de la calle, es casi como desaparecer. De repente uno recobra la visión de un niño, es una manera de hacerse invisible. Abrazo con fuerza mis rodillas y levanto la vista evitando ser pisoteado. Yo antes escribía a mano y veía mi futuro en las cenizas de mis cigarrillos, en mi vieja habitación, donde un calendario sigue congelado en septiembre de 1999. Sobre papeles viejos, amarillos y polvorientos hay anotados sueños que ya se cumplieron.

Ahora busco un horizonte, un nuevo horizonte, una nueva esperanza, un nuevo duelo de honor, un nuevo anhelo. Y lo busco en el viento porque en el viento viven los antihéroes, el contrapeso de los líderes y la razón de los pobres. Muchos surcos de buena música en mil tierras distintas resuenan en mi cabeza cada mañana, hasta que vuelvo a despertar en la calle. No sé si tengo la sensación de haber soñado que paseaba por estas calles pero estoy seguro de haberlas imaginado.

Me remito a lo que tantas veces he dicho para acabar tachando la historia, echándote de menos en cada lágrima, en cada golpe de corazón, en cada suspiro sobre los espejos. Mi estómago se ríe cuando vuelvo a verte, cuando te encuentro en cada tecla. Casi puedo decirte algo sin mirarte. Me resisto. Me resisto a pensar que algo que pueda decir sea una mentira.

Me pierdo, y no encuentro un punto de apoyo. Y en ese momento, cuando creo que no hay nada tras la cortina descubro que sí es verdad, que si estás ahí, y cuando me sonríes mi alma se ríe. Y esta es la lucha de cada día, vivir lo verdadero y rociar con gasolina las mentiras que alguien me dijo.

Me gusta el cine y el cine es conflicto, la vida es conflicto, las relaciones humanas son un conflicto, las miradas de algunos son un conflicto, las minifaldas y los burkas son un conflicto. Escribo en estas líneas lo que toneladas de odio no han podido sepultar. Con mi espada de damocles he cortado cabezas a derrotados mercenarios, muertos vivientes, y la cosa es complicada. Pero la vida como el Hip-Hop, está llena de villanos.

La batalla de cada amanecer me resulta tan divertida como conseguir que una llamada, un gesto o un beso que no has dado vuelva a tus manos. Tanto como todo lo que quiere decir la palabra esperar. Cada vez que me tomo una copa con mis recuerdos y en ese instante tú tocas en mi puerta, siento que valió la pena empezar a contar esta historia.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Alá es grande, pero tú más por haber retomado Guassibilis.

Anónimo dijo...

Me sumo a las plegarias. Como siempre, un verdadero placer reflexionar con vos. Vitoko

Susu dijo...

Asi se habla!!

Precioso post.

El hip-hop esta lleno de villanos, pero a veces los villanos molan: http://elperrolunar.blogspot.com/2011/02/dr-dre-chronic-2001.html

Anónimo dijo...

Oh la la!

Mi retorcida mente hace cabriolas al comprobar el resurgir de Guasibilis!

Aupa Equipo, abrazos desde Lujuria Enea...

El Lendas