lunes, 30 de junio de 2008

Un verano de viaje

En el primer post oficial de este verano que en España ya siempre quedará marcado en el subconsciente colectivo por el logro deportivo que ustedes ya conocen, guasíbilis les invita a salir de gira por el mundo. El estío siempre invita a salir de la cueva, de las ciudades de asfaltos derretidos y migrar a la playa, el monte o cualquiera de las parcelas de este planeta que todavía no conocemos. Con vacaciones o sin ellas, todos merecemos ese viaje (físico o no) que nos arranque de las rutinas del invierno. Para comenzarlo, he pensado que el mejor regalo sería un mapa donde ubicarnos. El instrumento más valioso para guiarnos en esta mastodóntica aventura.

He aquí la proyección de Gall-Peters del planeta Tierra:

Las diferentes proyecciones en mapa del planeta Tierra han sido (y son) motivo de arduos debates en la comunidad cartógrafa. Y no piensen que el debate es estéril. El mapamundi es la representación gráfica de la enorme bola de agua y tierra en la que vivimos. Y trazar en un trozo de papel rectangular las líneas que identifican a cada uno de los pedazos de tierra que todavía flotan sobre los océanos es una tarea subjetiva, con no pocas connotaciones ideológicas. Al fin y al cabo, la versión estandarizada del mapamundi se convierte en la idea que cada uno de nosotros tiene del planeta Tierra. Es decir, cuando uno piensa en el concepto de Tierra, se imagina los contornos de los mapas de su libro de Geografía de 2º de BUP o los que los periódicos eligen para ilustrar sus noticias internacionales.

El historiador alemán Arno Peters diseñó está proyección de la Tierra inspirándose en la que el sacerdote escocés James Gall había diseñado en el siglo XIX. Gall y Peters se basaron en los campos longitudinales para hacer una presentación según áreas iguales (y mejor no explico esto, que soy de letras). Lo que Peter quería defender era que las proyecciones utilizadas normalmente por gobiernos, organizaciones internacionales y en la educación no representaban el área real de los países. Peters ponía como ejemplo la representación de Groelandia en la vetusta y muy popularizada proyección de Mercator, que supera en tamaño a África, cuando el continente es catorce veces mayor que la mentada isla atlántica.

La proyección de Peters trata de ser "equirreal" y, de esa forma, acabar con las erróneas proporciones de Europa, por ejemplo, que por su condición de "viejo continente" siempre se ha situado en el centro del mundo y subida a una silla, para no parecer la más bajita de toda la clase. A falta de un consenso entre la comunidad cartográfica, dejaremos que cada uno vea el mundo con los ojos (o los anteojos) que desee. Hoy en guasíbilis, proponemos ésta versión, pero se aceptan sugerencias.

miércoles, 25 de junio de 2008

VHS


Hace unos meses, mi amiga Panotxa nos intentaba convencer del valor de su vieja colección familiar de cintas VHS. En un momento de la conversación me pidió ayuda, tal vez pensando que como nostálgico congénito me iba a apiadar del formato en el que vimos las grandes películas de nuestra infancia. Sin embargo, en un arrebato de estupendismo, le negué mi ayuda. Argumenté que mientras los vinilos (formato sonoro que defiendo a muerte) tenían mayor calidad sonora que los cds, portadas enormes para fijarse en los detalles más minuciosos y ese momento mágico en que colocamos la aguja sobre el surco de plástico; el VHS no tenía nada por lo que merecía la pena ser recordado.

Para empezar, el BETA (formato de video casero comercializado por Sony a mediados de los 70) tenía mayor calidad que el VHS; pero los consumidores no supimos elegir. El BETA permitía, por ejemplo, regrabar una cinta millones de veces sin perder un ápice de calidad. No en vano, BETA fue el formato elegido por los profesionales de lo audiovisual, y sólo el formato digital ha conseguido relegarlo de televisiones y productoras. Sin embargo, los usuarios domésticos nos tuvimos que conformar con el VHS, cuya cinta se jodía la quinta vez que grababas encima, la calidad de imagen era una broma, igual que la del sonido y habían de ser rebobinadas. Personalmente, odiaba pasarme cinco minutos (o díez) delante del video, viendo como caían los minutos, esperando que la puta cinta acabara de rebobinarse (nota para los nacidos a partir del 90: rebobinar era el proceso que devolvía la cinta magnética de un videocassete al principio).

Le dije a la Panotxa que se dejara de hostias y abrazara de una vez por todas la revolución digital. "¡Toda tu colección de cintas en unos cuantos DVDs, sin niebla inoportuna, ni el engorro de rebobinar! ¡Bienvenida al siglo XXI!"

Visionando Be Kind Rewind (Rebobine, por favor en España), la nueva película del director de cine francés Michel Gondry, recordé irremisiblemente a mi amiga y su sentimental apego por el VHS. La acción transcurre en un viejo videoclub (llamado, precisamente, Be Kind Rewind) sito en la ciudad suburbana de Passaic, Nueva Jersey, que todavía no ha migrado su catálogo VHS a las nuevas tecnologías digitales. En un golpe de mala fortuna electroestática, todas las cintas del videoclub quedan borradas. Así que los culpables del desastre, Mike y Jerry (Mike ha sido dejado al cargo del videoclub por el dueño, Mr. Fletcher), tratarán de compensar el desastre regrabando los videocassetes con sus propias versiones de clásicos como los Cazafantasmas, Robocop, Cuando éramos reyes... Proceso artístico que ellos bautizan como suecar películas (sweded en el original).

Sin tener la carga de profundidad, ni la calidad del conjunto de los dos últimos filmes del realizador francés (Eternal Sunshine of the Spotless mind y Science of Sleep), Be Kind of Rewind es una película con mucho cine y muchos telones de fondo. La peli habla del amor por el cine, el dilema propiedad intelectual, la perversa industria y el incomprendido público. Y, por otra parte, de la pérdida de identidad de las ciudades, sus habitantes, edificios y sus comercios, en beneficio de la machacona globalización, que todo lo homogeneiza (o del placer de rebobinar una vieja cinta VHS o el de devolverla al videoclub sin haberlo hecho). Un discurso (un tanto edulcorado, todo sea dicho) que he interpretado, entre otras cosas, como una defensa de la identidad (personal y grupal).

Paseando a Miss Farrow.

Por eso, viendo Be Kind of Rewind, pensé en mi amiga Panotxa abrazando su estantería llena de cassetes VHS; devolviendo a la vida las cintas que le descubrieron muchas de las grandes películas de su vida. Por qué iba a tener que deshacerse de toda su colección de VHS de Woody Allen o de la cinta de Dirty Dancing, casi gastada por completo, que veía todas las navidades junto a sus hermanas. ¿A quién le debería importar la calidad de la imagen y el sonido, el espacio que ocupa o los diez minutos que tarda en volver hacia atrás, si esas cintas están grabadas con el cine según uno lo ha concebido siempre? Luego pensé que no es tan absurdo, al fin y al cabo, querer conservar todo eso y aspirar a que las cintas sigan formando parte de tu vida en sucesivas reproducciones. Por eso nunca me volveré a poner en contra de alguien que defienda su colección de VHS y creo que le debía una disculpa a mi amiga...

lunes, 16 de junio de 2008

Lecciones arácnidas de periodismo contemporáneo: una cuestión de buenos y malos





Viñetas extraídas de Ultimate Spiderman: Orígenes, Bendis & Bagley, Planeta Agostini

jueves, 12 de junio de 2008

Cuando llego a casa, un poco de respeto


En esto de la música uno tiene sus bandas, sus discos y, claro está, sus canciones. Respect es el segundo corte de la cara A de la obra maestra de nuestro icono de soul sureño Otis Redding, el album de 1965 Otis Blue: Otis Redding Sings Soul. Redding fue el compositor de este clásico sesentero que la potente voz de Aretha Franklin se encargaría de popularizar en el año 1967.


En la versión original que pueden escuchar ahí arriba, la voz rasgada de Otis se hace paso entre la ráfaga de trompetas que abren la canción y sellan los estribillos. La letra habla de un hombre que sólo espera un poco de respeto por parte de su chica cuando vuelve a casa. "Hey, pequeña, eres más dulce que la miel y estoy apunto de darte todo mi dinero. Todo lo que pido es un poco de respeto, cuando llego a casa". Personalmente, la canción forma parte de mi particular podium de soul sesentero por la inconfundible voz de Otis, en particular; y en general, por el fantástico sonido roto de trompetas, bajo, batería y guitarra que acompaña cada tema del imprescindible Otis Blue (donde también podrán encontrar, por ejemplo, una muy buena versión del clásico de los Rolling, Satisfaction).



Para la versión que Aretha publicó en single (con Dr. Feelgood en la cara B), Lady Soul dio la vuelta a la letra de Otis. Esta vez la mujer era la que pedía respeto al varón cuando éste volviera a casa. Aretha responde cada una de las frases de Redding y consigue uno de los mayores éxitos negros de los años 60. A la postre, el himno feminista de los 60. La verdadera valía de esta canción, sin embargo, es su propia calidad musical. Si las grandes versiones son las que se olvidan de la canción original en beneficio del estilo del que las versiona, Respect cantada por Aretha Franklin es una de las mejores adaptaciones sonoras de todos los tiempos.



Algo parecido se podría decir de esta extraordinaria revisión que la banda de rock vasco Negu Gorriak hizo en 1996 del clásico de Redding. Errespetua traducía la letra original de Otis al euskera, amplificaba el trompetismo y distorisionaba las guitarras lo justo para que el temazo pudiera pasar por una composición original de carajamón Muguruza y familia. Los irundarras incluyeron Errespetua en su último disco de estudio, Salam Agur, que despedía a la banda vasca más mítica de los 90 con un LP de quince fantásticas versiones (a destacar ésta y Ezin dut azaldu, versión de I can't explain de los Who).

lunes, 9 de junio de 2008

People get ready: 53 black american beautys

Sojourner Truth (en español algo así como la Verdad de Visita), nacida aproximadamente en 1797 y muerta en 1883. Su verdadero nombre fue Isabella Baumfree y nació, como cualquier persona negra de aquella época en Norteamerica, siendo esclava. Fue abolicionista, sufragista y militante de la iglesia metodista que viajó por los EE UU del siglo XIX propagando la libertad de su raza. En 1851 dio un discurso en la convención de mujeres de Ohio titulado "Ain't I a woman?" (¿No soy una mujer?). Peleó por su libertad y la consiguió. Fue libre, propietaria de su propia casa y escritora. Con su libro Narrative of Sojourner Truth: A Northern Slave (1850) se ganó la vida. Fue mujer y negra cuando serlo casi era pecado. Fue una pionera de todo lo que llega más abajo.

W. E. B. Du Bois (1868 - 1963), otro pionero activista por los derechos civiles, escritor, sociólogo, historiador, poeta, editor, intelectual panafricano...

Ma Rainey (1886 - 1939), la primera y genuina blueswoman. Cantó frente audiencias negras y blancas y grabó discos de blues que sonaban en las cocinas de la América más racista que puedan imaginar. Habló de sus relaciones homosexuales en el escenario, insultó a los que la insultaron, aunque fueran blancos, se emborrachó de la vida y jamás dio explicaciones a nadie. Era mujer, negra, diva, procedente del sur de EE UU, quiso vivir de la música y lo consiguió.

Jack Johnson (1878 - 1946), primer negro en ganar el campeonato mundial de los pesos pesados (1908 - 1915). El director de cine Ken Burns aseguró que "durante trece años fue el más notorio y conocido afroamericano sobre la tierra".

Robert Johnson (1911 - 1938), bluesman, tal vez el más fugaz y, a la vez, el más legendario de todos los tiempos. En su corta vida grabó 29 canciones y sólo existen dos fotografías suyas. Su talento pudo ser heredado tras un pacto con el mismísimo diablo en un polvoriento cruce de caminos del Delta del Mississippi.

Bessie Smith (1892 - 1937), blueswoman heredera directa de Ma Rainey. Se mudó al norte y grabó los primeros grandes discos afroamericanos del siglo XX.

Joe "the Brown Bomber" Louis (1914 - 1981), primer negro en luchar por el campeonato del mundo de los pesos pesados desde Jack Johnson. No se permitió que los negros compitieran en tal evento por 22 años. "Cuando Louis lo consiguió, en 1937, ningún hombre blanco lo volvió a ganar en 15 años. Fue el gran catalizador del siglo XX en las relaciones deportivas entre blancos y negros", según Harry Carpenter, comentarista deportivo de la BBC.

Jesse Owens (1913 - 1980), atleta ganador de cuatro medallas de oro en los juegos olímpicos de Berlín de 1936.

Louis "Satchmo" Armstrong (1901 - 1971), músico de jazz nacido en Nueva Orleans y muerto en Nueva York, historia del jazz con mayúsculas.. Tenía la sonrisa, la mirada, la voz y la trompeta.

Hattie McDaniel (1895 - 1952), actriz que siempre será recordada por su papel de Mammy en Lo que el viento se llevó (Victor Fleming,1939), por el que se convertiría en la primera mujer negra en ganar un óscar. También fue la primera mujer afroamericana que cantó en la radio.

Billie Holiday (1915 - 1959), cantante de jazz... o mejor dicho, la cantante de jazz.

Sammy Davis Jr. (1925 - 1990), cantante, instrumentista, bailarín, miembro del Rat Pack y, según Wikipedia, convertido al judaismo. Puro espectáculo. Simplemente Sammy Davis Junior.

Marian Anderson (1897 - 1993), contralto. Primera persona de descendencia africana en cantar en Met, el recinto operísitco más renombrado de los EE UU.

A la izquierda, sentado frente al piano Duke Ellington (1899 - 1974), a su derecha presta su voz Ella Fitzgerald (1917 - 1996). Ninguno de los dos creo que merezca presentación.

Rosa Parks (1913 - 2005), usuaria del servicio de autobuses de Montgomery, Alabama. Se negó a dejar su asiento a un blanco tal y como dictaban las leyes de Jim Crow allá por 1955. Activista social, madre de los movimientos civiles.

Miles Davis (en primer plano, 1926 - 1991), trompetista y autor de Kind of Blue, entre otros muchos albumes; y John Coltrane (1926 - 1967), saxofonista y creador de A Love Supreme. Renovadores del jazz.

Sam Cooke (1931 - 1964), otra de las voces del siglo. Conocen tantas canciones suyas que ni se imaginan.

Malcolm X (1925 - 1965), activista y líder negro de la Nación del Islam. Cambió su apellido original (de esclavo) por la X y acuñó el término "afroamericano" para hacer referencia a los ciudadanos negros de EE UU. Como muchos de sus coetáneos fue asesinado. Él, por los que habían sido sus propios compañeros.

Aretha Franklin, voz de la nueva blueswoman de los años 60, simple y llanamente lady soul.

Bobby Seale (izquierda) y Huet P. Newton (derecha, 1942 - 1989), fundadores del Black Panther Party for Self Defense en 1966.

Martin Luther King Jr. (1929 - 1968), líder del movimiento americano por los derechos civiles, activista político favorable a la no violencia, soñador.

James Brown (1933 - 2006), músico funk, autoproclamada máquina sexual, director de orquesta a golpe de pelvis, dios del olimpo del ritmo.

Muhammed Ali, boxeador, vacilón. Se negó a ir a la guerra de Vietnam porque allí nadie le había llamado negro. Fue despojado de su título de campeón del múndo de los pesos pesados. Venció a George Foreman, varios años más joven que él, en el Zaire en 1973. Simplemente Ali.

Jimi Hendrix (1942 - 1970), músico de rock'n roll, dios de las cuerdas, extraterrestre.

James Baldwin (1924 - 1987), escritor. Según Malcolm X, "el poeta del movimiento".

Curtis Mayfield (1942 - 1999), músico funk con voz de falseto, superfly, compositor del himno negro People get ready.

Berry Gordy, fundador de Motown Records, la discográfica negra de los 60 por excelencia (perdóname Stax), cuñado de Marvin Gaye. Coescritor del superéxito Money (that's what I want).

Otis Redding (1941 - 1967), músico soul de la discográfica Stax y, por lo tanto, pura alma, corazón y entrañas frente al micrófono. Ídolo guasíbilis.

Angela Davis, política marxista, activista de los panteras negras, feminista... toda la vida metida en líos.

Marvin Gaye (1939 - 1984), profeta musical del amor, el entendimiento y esas cosas. Un genio irrepetible.

Alice Walker, escritora feminista ganadora del premio Pulitzer. Autora, entre otras muchas obras, de El color Púrpura.

Pam Grier, actriz intérprete de clásicos blaxploitation como Foxy Brown (Jack Hill, 1974). A la postre, chica Tarantino: Jackie Brown ni más ni menos.

Bill Cosby, cómico balbuceante y precursor del subgénero de sitcoms negras.

Carl Lewis, hijo del viento.

Afrika Bambaataa, músico pionero del rap, fundador de la Nación Zulú.

Grand Wizard Theodore, inventor del scratch.

Earvin "Magic" Johnson, jugador de Los Angeles Lakers, rival de Larry Bird, número 32 y mago (como su propio nombre indica).

Mr. T, ídolo generacional en la década de los 80, Eme A (claro), amigo de Hulk Hogan, rival de Rocky, la madre (mejor el padre) del cordero.

Michael Jackson, músico inventor del paso de baile Moonwalker y, a la postre, hombre blanco (o lo que demonios sea).

Chuck D, miembro de Public Enemy, el único grupo que importa, la CNN de los negros, autores del pepino It Takes a Nation of Millions to Hold Us Back (1988).

Michael "Air" Jordan, jugador de los Chicago Bulls, donde erradicó la ley de la gravedad, icono de los 90.

Spike Lee, director de cine, brooklingtarra genuino y negro oficial.

Denzel Washington, primer negro en ganar el oscar al mejor actor principal por su interpretación en Training day (Antoine Fuqua, 2001). Nombrado el hombre vivo más sexy de 1996.

Will Smith, rapero pachangero semirretirado y actor. Hizo de Will Smith en El Príncipe de Bel Air y era amigo de Jazz, pero eso ya lo sabías.

Oprah Winfrey, periodista, afroamericana más rica e influyente del siglo XX (y lo que llevamos del XXI), lobby personificado, amiga de Tom Cruise. También conocida como la Ana Rosa negra.

Samuel "Bad Motherfucker" L. Jackson, actor. Fue Jules en Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994), casi ná.

Colin Powell, 65º Secretario de estado de EE UU con la Administración Bush. General retirado.

Halle Berry, bellísima actriz, única ganadora negra del óscar a mejor actriz principal por su papel en Monster's Ball (Marc Foster, 2001). También ganó un Razzie en la misma categoría por Catwoman (Pitof, 2004).

Condoleezza Rice, 66ª Secretaria de estado de EE UU con la Administración Bush.

Barack Obama, primer candidato afroamericano a la presidencia de los EE UU. Que el peso de cada uno de los mencionados más arriba caiga sobre tus espaldas de político demócrata. Mejor que no nos falles, no nos jodas.