miércoles, 9 de julio de 2008

Guasíbilis presenta: otra encarnizada batalla entre realidad y ficción

Estadística ficcional:
Extraído de "Cómo convertirse en un hijo de puta"; Mauro Entrialgo, Ata, Santi Orue; 2004, Astiberri

Dato real:


Imagine que es usted un varón y que está embarcado en un horrible viaje de autobús, de punta a punta de la península. Usted ha salido, por ejemplo, de Sevilla y se dirige a Cantabria. En las nueve primeras horas de viaje el autobús se ha detenido en cientos de pueblos remotos, sitos a orillas de sinuosas carreteras comarcales castellanas, haciendo el viaje un poquito más lento y desesperante.

Imagine que viaja de punta a punta de la peninsula y que según el autobús se acerca a Burgos, donde efectuará la primera parada técnica desde Toledo, su mayor deseo es abonar las primeras facilidades higiénicas que encuentre.

Imagine que el conductor anuncia una parada técnica de veinte minutos en la estación de autobuses de Burgos y que, según usted se pone de pie, nota como un enorme muñeco de barro se hace paso entre los dos mofletes que comienzan allá donde acaba la espalda.

Pues bien, sepa que en los baños para caballeros de la estación de Burgos hay que pagar el módico, pero molesto precio de 0,20 € (puestos a imaginar, piense que usted no tiene cambio).

Pues bien, si yo fuera usted tampoco me molestaría en cambiar. Cuando un hombre paga por un servicio tan básico como la evacuación fisiológica en una estación de autobuses donde se hacen paradas técnicas (parada técnica = pis, café y porro) puede esperar grandes cosas: un enano vestido de botones que ofrece una colección de revistas para leer cagando, papel higiénico con el tacto de la seda, el perro de Cologar amenizándote la cagada con su nuevo show de ladridos, una taza con asiento de piel de leopardo, el aroma de Channel namber faif embriagando la estancia una vez se tira de la cadena... Pero seguro no espera esto otro...

No sé si se aprecia, pero no hay papel.

Como quiero conservarles como lectores, me ahorraré la descripción del hedor que desprendía el wc fotografiado (estación de Burgos, viernes 4 de Julio de 2008). Pero me gustaría hacer hincapié en que la foto, tomada con la cámara de mi teléfono móvil, no hace justicia de las condiciones de este sanitario. Su situación era significativamente peor.

Personalmente, que ni viajaba de Sevilla a Cantabria, ni me estaba cagando, ni pagué por ver este vomitivo espectáculo (alguien dejó la puerta entreabierta), no me hubiera sentado en esa taza ni... incluir exageración graciosa...

Preguntas ineludibles:


¿Por qué la compañía de viajes en autobús más importante del Estado (Alsa, te odio) programa paradas técnicas en estaciones de autobús con situaciones higiénicas tan lamentables? ¿Verdaderamente la estación de autobuses de Burgos ha sido remodelada en los últimos años? ¿Por qué sigue dado tanta pena, entonces? ¿Por qué no destruyeron ese monumento a "los casos de depresión aguda con riesgo de suicidio" y construyeron un monumento a las víctimas del terrorismo en su lugar? ¿Qué nuevo rico está dispuesto a pagar la frivolidad de 4 € por un bocata de tortilla de patata congelada y pan de chicle en la cafetería de la estación? ¿Está el baño de señoras en las mismas condiciones? ¿Quién limpia los jodidos baños de caballeros de la estación de Burgos? Pero más importante: ¿quién se lucra con los 0,20 € que los desesperados pagan para luego no poder cagar?

Consejo guasíbilis:


Un servidor, que ha parado "técnicamente" en la estación de Burgos millones de veces en su vida (ya son 26 años sin coche), sabe de buena tinta que el baño de la cafetería de la estación es mucho más decente que las letrinas oficiales. Es más, si ustedes tienen tiempo, salgan de la estación, crucen la carretera y elijan el primer bar que divisen. Ganaran en salud. Y si, de todas formas, les entran ganas de cortarse las venas, recuerden que hay muchos culpables que deberían morir antes que usted. Por favor, encuéntrelos y háganos ese favor.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Oooh gran luisper, menudo post has cagado! bonito y sabroso como un buen choripan...

Abro el melón de los comentarios invitando a algun sociopata, perdón sociologo, analice, para placer de los que por aquí nos pasamos, esos maravillosos no-lugares, como por ejemplo Alfajarín, ombligo lunar, paraje anónimo de la vida de la carretera.
Recuerdo una vez, ya hace años que iba pa Barna y en Alfajarín me despiesté (seguramente producto de la seguidilla magica: pis,cofi and porro) y se me escapó el bus: imaginen mi desesperación al pensar que me podía queda rahí para siempre... ya estaba pensando en abrir una tienda de reparación de camiones...
Gora Al sa!

lutxo dijo...

Este chorongo lo tenía asomando por el ojete desde que mi reciente visita al tercer icono burgalés (después de la catedral y el plantío).

Gracias por tus halagos, iosuper, que tú no firmas, pero según te leo ya sé quien eres.

Si aquella vez te hubieras quedado en Alfajarín, hoy serías uno de los 10 hombres más ricos de este país...

Un beso compae!

El Txarro de las Calaveras dijo...

Aaammh, la vieja estación burgalesa..., perdón vuelvo a empezar aaaaaagh!!la vieja estación burgalesa!!!, efectivamente es un antro en el que la parada se hace más incómoda que amenizadora.Todos aquellos que la hemos vivido sabemos de que trata este post. Efectivamente en la geografía ibérica abundan cloacas en forma de cochera, no olvidemos la vieja estación del Norte en Madrid donde respirar reducía la fertilidad y la esperanza de vida, seguida como no de otras joyas como la estación de Zaragoza, otro gran agujero..No creo que haya surgido ninguna historia de amor entre sus paredes...

Anónimo dijo...

Aprovechando este escatológico post, voy a añadir a la lista dos estaciones más, las dos cvayendo en el olvido colectivo poco a poco: una murió hace poco (para regocijo de los viajeros y angustia para el piesnegro sanferminero): La antigua Estación de Autobuses de Iruña merece estar, sin duda, en este ranking "Guía Campsa del giñote 5 estrellas".
Luego, la segunda, aunque ya se ha comentado por encima, es la vieja estación de autobuses de Zaragoza que estaba situada en la Puerta del Carmen (Zgz tenía cuatro estaciones y a cada cual peor). En la mencionada, el olor a gasolina quemada, junto con el edor propio del viajero, la hacían una de las más insalubres de la humanidad.

Bueno, y me despido y aprovecho para presentarme:

Bueno, seguro que con las pistas que he dado (aten los hilos weins... saben quién soy).

lutxo dijo...

hombre, si hablas con tanto conocimiento de causa de las estaciones de autobuses de iruña y zaragoza a mí me daría por llamarte señor hermoso, pero no sé yo, a lo mejor me equivoco...

Anónimo dijo...

Qué poco misterio!!!! y qué poco a durado este hombre enmascarado.... en fin, estaba fácil. De todas formas, seguiremos leyendo atentamente sus reflexiones, señor.

A teclear!!!!