miércoles, 3 de diciembre de 2008

Son buenos esos cabrones
por iratxo

¿No tienes tele?”. Cada vez que respondo, ¿por qué, tengo la sensación de que me toman por loco? Me interpretan un “ah…” desinteresado, como si no se sorprendieran, pero, les huelo un pensamiento diferente entre paréntesis: (“¡Y, entonces, de qué hablamos!”).

No sé, puede que tenga demasiada imaginación.

Pues no, no tengo tele en casa, y qué. Es más, mi compañero de piso y yo lo hemos comentado más de una vez: hemos ganado en salud (lo perderemos en otra parte, estén tranquilos).

Aún así, fuera de casa se puede encontrar en muchos sitios una tele encendida: en escaparates, bares, autobuses… Y, yo, me quedo maravillado. Como no hago un seguimiento diario de la tele alucino con el espectáculo televisivo. Los que hacen publicidad son fantásticos, muy buenos.

Yes, we can.

Se jugaba la Eurocopa, este verano; en un bar con pantalla grande, partido (no se cuál). Al finalizar, anuncio: el portero de carne y hueso se convierte en robocop y le mete un puñetazo aterrador al enorme balón-pedrusco-asesino… BouM!!!… Los altavoces hacen sentir el golpe… “Podemos”… Y yo, con los pelos como escarpias, sumergido en un escalofrío conmovedor. Quién: yo, ante un anuncio sobre fútbol y españolismo. Son buenos esos cabrones.

La tele entra hasta dentro. Mirad a la sala de estar de casa. ¿Cuál es el punto central? ¿Hacia donde están mirando los muebles? En algunas casas han entrado hasta la cocina esos aparatos. Lo más sorprendente no es tener una tele en el salón, cocina, dormitorio, baño… Más sorprendente, al parecer, no haber visto Fama (“¿No sabes lo que es?”). Estar de fiesta en la discoteca y “¡Ala! ¡Bailas como los de Fama!”. Oye, yo me muevo como me da la gana. A ver si ahora solo la tele tendrá el copyright de los movimientos.

Cada verano, lo mismo: una canción, a aprender de memoria, y una coreografía, a bailar todos juntos, Asereje, Brikindans… ( y yo soy el que está loco, ya).

No hace falta poner las imagenes de los atentados para verlas en la recamara
de nuestras mentes.


La tele nos une, cohesiona. 11 de septiembre del 2001. Fiestas de mi pueblo. Yo currando en un bar, la tele apagada. Ahí entra una cuadrilla, gritando “¡pon la tele!”. ¿Para qué narices? ¿No estamos de fiesta? “¿No te has enterado?”. Ya empezamos… En fin. Ala pues, enciende.

Todos hemos visto las imágenes que aparecieron en la pantalla. Cambiaron la programación para repetir esas imágenes captadas por unas pocas cámaras. En todas las cadenas. A la vez. Una y otra vez. Todo el día. En todo el mundo. (Hay un documental sobre la posible manipulación de los hechos y de las interpretaciones posteriores comunicadas de forma oficial; curioso, el documental no lo ha visto tanta gente).

Ataque terrorista. Todos los programas de televisión a la mierda. Cambia la programación de arriba a abajo. ¿Entera? ¡¡NO!! Hubo algo que hizo frente al bombardeo incesante de aquellas imágenes y logró mantener su sitio: el espacio publicitario.

Son buenos esos cabrones.

¿Alguien se acuerda de esta imagen?

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Iratxo, eres un terrorista.

Viva la TV.

Jesus Martinez

El Txarro de las Calaveras dijo...

Iratxo la tele mola, especialmente cuando no la ves.

lutxo dijo...

Para mí la tele es como los porros, podría dejarlo, sé que no es una cosa del todo buena para mi salud mental, pero me adormecen en espíritu y me entretienen.

Por lo demás, muy de acuerdo en mucho de los puntos abiertos por iratxo. Y el tema de la programación interrumpida durante el 11 S ¿toda? No... la pubicidad sigue en su sitio... me parece guasíbilis.

pd. aunque la mayoría ya lo sabéis porque lo he contado millones de veces, yo fui de los pocos que no vivió el 11S (el de New York) en directo. Estaba en una cabaña sin electricidad en los profundos montes de Cantabria. Y cuando bajé... estaba deseando ver las imágenes!!

Anónimo dijo...

La tele es un aparato que te cagas, pero echadísimo a perder. Pena que haga falta tanta pasta para crear una cadena propia, libre, comunitaria o, simplemente, guasibilis. Pero bueno, siempre nos quedará la radio, o los blogs, o los fanzines, o los bares...

Hoy he visto dos receptores de tele en la basura. Se me ocurren dos opciones: nueva pantalla de plasma que necesita espacio y desaloja inquilinos anticuados, o, si no, este artículo empieza ha funcionar... (y me quito la caspa de mis hombros: ja!)

Anónimo dijo...

Me sumo al debate televisivo que ha planteado Iratxo. Yo, como admite el nunca bien ponderado Lutxo, soy de esas personas que se la parte nociva que tiene la televisión (aunque yo lo intentaría especificar más y diría que es la gran mayoría de la programación, no el sistema o el aparato en sí).
Las imágenes, en la sociedad actual, son la madre del cordero. La tele nos ofrece eso: retratos, violencia, paisajes, debates políticos, imágenes sin ningún gusto, otras con excesiva carga de mala baba... y todo ello a una veolcidad de exposición increíble. Que impide que nos paremos a reflexionar mínimamente sobre lo que nuestra menta está digiriendo.
Yo me considero un telespectador-informativo (desinformativo por lo que me ofrecen). Es decir, intento ver varios informativos, y si es de varias cadenas mucho mejor. Y no considero que la tele dirija mi pensamiento político, aunque se que deja poso, que yo intento contrarrestar con otras fuentes como son los periódicos, internet, fanzines, radio...
Pero las imágenes me parecen muy atractivas y muchas veces me sirven como explicación a dudas que yo tengo. Otras sin embargo, las rechazo y las mando a mi "papelera de reciclaje" mental.
Resumiendo: Televisión sí, pero siempre que se acuda a ella con mentalidad crítica y la mente despierta.

Anónimo dijo...

Pues yo soy de los que se unen a Iratxo. Tampoco tenemos televisión en casa, algo de lo que no me arrepiento en absoluto. El tiempo que antes malgastaba tumbado en el sofá viendo imágenes sin sentido ahora lo aprovecho en otras cosas. Además, si quiero información Internet y la radio ofrecen un montón de posibilidades prácticamente en tiempo real.

Ya saben eso de que la revolución no será televisada. Y añado lo que comentaba un buen profe de universidad: si todos los jóvenes de hoy en día apagaran durante una semana la televisión estaríamos ante algo grande. Imaginen la cantidad de cosas que podrían hacer en vez de malgastar su tiempo.

Apaguen su televisor o creen su propia programación.

Saludos variados. Vitoko

P.D. Soy de los que piensan que ahora mismo lo mejor que hay en la televisión son los anuncios.

lutxo dijo...

En tu postdata no estoy de acuerdo Vitoko. Los anuncios tienen mucha culpa de que la televisión sea tan infumable como es. La tele sería grande si se pudieran ver muchas pelis (series...) sin anuncios.

Anónimo dijo...

El Consejo Audiovisual de Francia (lo estoy traduciendo desdel euskera; no se como se llamará en français), dice que: "La tele entorpece el desarrollo de los bebes dmenores de tres años, y provoca insomnio, falta de concentracion y adiccion o dependencia entre los enfants".

Mi pregunta: solo a los enfants afecta?

Otra pregunta: entonces, para ver la tele, con tres años ya eres mayor de edad? pero no para votar a quienes vayan ha decidir que dibujos poner en las publicas?

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo contigo, Lutxo. Desde luego que cuando haya una tele como la que me propones me uniré al carro. Pero yo me refería a la calidad de los anuncios. Los publicistas han conseguido hacer pequeñas películas en 15 segundos, algo que la programación habitual no suele lograr ni en tres horas seguidas. Anuncios a parte, claro está.