jueves, 15 de enero de 2009

América fascista, en 10 fáciles pasos (2 de 2)

El texto reproducido más abajo es un artículo firmado por Naomi Wolf y publicado en The Guardian, el 24 de abril de 2007, traducido libremente por guasíbilis. Puedes consultar su versión original aquí. Las fotos y sus pies de foto (negrita y enlaces) es una manipulación cortesía de la casa. La primera parte puede (debe) ser leída aquí.

Paso 6: detenga arbitrariamente a personas y póngalas en libertad

Eso asusta a la gente. Es una especie de juego del gato y el ratón. Nicholas D Krtistof y Sheryl WuDunn, los periodistas de investigación que escribieron China Despierta: la Lucha por el Alma de el Poder Creciente, describen cómo activistas prodemocracia en China, como Wei Jingsheng, son detenidos y puestos en libertad muchas veces. En una sociedad autoritaria o en vías de serlo ha de haber una “lista” de disidentes y líderes de la oposición: una vez se está en la lista, uno entra en ese bucle. Es muy difícil salir de la lista.

En 2004, America’s Transportation Security Administion confirmó que tenían una lista de pasajeros que hubieran sido rastreados por motivos de seguridad, o algo peor, si hubieran tratado volar. ¿Gente que se ha encontrado en la lista? Dos mujeres pacifistas de mediana edad de San Francisco; el senador liberal Edward Kennedy; un miembro del gobierno venezolano, después de que el presidente de su país criticara a Bush; y miles de ciudadanos americanos corrientes.


El profesor Walter F Murphy es emérito de la universidad de Princeton; uno de los más destacados eruditos constitucionales de la nación y autor del clásico Democracia Constitucional. Murphy ha sido también condecorado por haber sido un marine, y ni siquiera es especialmente liberal, políticamente hablando. Pero el 1 de Marzo de este año (2007), se le ha denegado una tarjeta de embarque en Newark, “porque estaba en la lista Terrorist Watch”.

“¿Ha estado alguna vez en marchas pacifistas? Nosotros prohibimos a mucha gente que vuele por este motivo,” le respondió un empleado del aeropuerto.

“Yo le expliqué,” dijo Murphy, “que no era muy de marchas, pero que en septiembre de 2006 había dado una clase en Princeton que se había televisado en una web, altamente crítica con George Bush por sus muchas violaciones de la constitución.”

“Eso será,” dijo el hombre.

¿Marchantes pacifistas? Terroristas potenciales. ¿Apoyar la constitución? Terroristas potenciales. La historia muestra que la categoría de “enemigos de la gente” tiende a expandirse incluso más profundo en a vida civil.

James Yee, un ciudadano estadounidense, era el capellán musulmán de Guantánamo que fue acusado de mal manejo de documentos clasificados. Fue acosado por el ejercito de EEUU antes de que los cargos contra él fueran formulados. Yee ha sido detenido y puesto en libertad muchas veces. Todavía interesa.

Brandon Mayfield, un ciudadano estadounidense y abogado de Oregón, fue incorrectamente identificado como posible terrorista. Su casa fue secrétamente allanada y su ordenador incautado. Pese a que él es inocente de lo que se le acusa, todavía está en la lista.

Es una práctica estándar de sociedades fascistas que una vez estés en la lista, no puedas salir de ella.


Paso 7: pon en el punto de mira a los individuales clave

Amenace a funcionarios públicos, artistas y académicos con perder su trabajo sino se conforman. Mussolini fue detrás de rectores de universidades estatales que no se habían conformado con la línea fascista; eso hizo Joseph Goebbels, que purgó académicos que no eran pronazis; eso mismo hizo Augusto Pinochet en Chile; eso hace el politburó comunista chino que castiga estudiantes prodemócratas y profesores.

(…)

Los partidarios de Bush en las legislativas estatales de muchos estados pusieron presión en regentes de universidades públicas para que penalizaran o despidieran académicos críticos con la administración. (…)

Waterboarding

Una trabajadora contratada por la CIA que dijo en un blog clausurado que “waterboarding es tortura” fue despojada de la autorización de seguridad que necesitaba para hacer su trabajo.

Recientemente, la administración purgó ocho fiscales estadounidenses, por lo que parece ser un caso de insuficiente lealtad política. Cuando Goebbels purgó el servicio civil en abril de 1933, los fiscales fueron también “coordinados”, un paso que adelantaba la vía del incremento de leyes brutales que le siguieron.

Paso 8: Controla la prensa

Italia en la década de los 20, Alemania en los 30, Alemania Oriental en los 50, Checoslovaquia en los 60, los dictadores latinoamericanos de los 70, China en los 80 y 90 – todas las dictaduras y aspirantes a dictador ponen en el punto de mira a periódicos y periodistas. Ellos los amenazan y acosan en más sociedades abiertas de las que están preparando cerrar, y en sociedades que ya han sido cerradas los arrestan como poco.

El Comité para la protección del Periodista dice que el arresto de periodistas estadounidenses está en un punto álgido de todos lo tiempos: Josh Wolf (sin parentesco conmigo), un blogger de San Francisco, ha sido encarcelado por un año por negarse a cambiar un video de una manifestación anti guerra; Homeland Security puso una queja criminal contra el reportero Greg Palast, alegando que amenazaba la “infraestructura crítica” cuando él y un productor de televisión estaban filmando vistimas del huracán Katrina en Louisiana. Palas ha escrito un bestseller crítico con la administración Bush.

Otros reorteros y escritores han sido castigados de otras formas. Joseph C Wilson acusó a Bush, en un artículo de opinión del New York Times, de llevar el país a la guerra sobre la base del falso cargo de que Saddam Hussein había adquirido uranio empobrecido en Niger. Su mujer, Valerie Plame, fue eliminada como espía de la CIA, una forma de represalia que acabó con su carrera.


La detención y pérdida de trabajo no son nada comparadas con el trato que EEUU da a los periodistas que tratan de cubrir el conflicto en Irak de forma imparcial. El Comité para la Protección del Periodista ha documentado multiples ocasiones en las que el ejercito estadounidense ha abierto fuego en Irak o ha amenazado con abrir fuego sobre reporteros independientes y operadores de camara de organizaciones que van desde al-Jazeera a la BBC.

Los occidentales que pueden desconfiar de la versión de Al-Jazeera deberían prestar atención a lo que cuentan reporteros como Kate Adie de BBC. En algunos casos, los corresponsales han acabado heridos o asesinados, incluído el periodista de ITN Terry Lloyd en 2003. Tanto la CBS como la Asociación de Prensa en Irak tienen miembros capturados por el ejército estadounidense, trasladados a prisiones violentas. Las organizaciones de noticias no eran capaces de ver las evidencias contra los miembros de su equipo.

Es una cuestión de tiempo que en sociedades que se cierran, las noticias reales sean suplantadas por informaciones y documentos falsos. Pinochet mostró a los chilenos papeles falsificados para apoyar sus afirmaciones de que terroristas habían estado a punto de atacar la nación. Los cargos del uranio empobrecido también estaban basados en archivos falsificados.

No sufrirá (usted) un parón de noticias en la América moderna, no es posible. Pero podría tener, como Frank Rich y Sidney Blumenthal han apuntado, una permanente neblina de mentiras contaminando los canales de noticias. Lo que ya tiene es una Casa Blanca dirigiendo un flujo de información falsa tan constante que resulta muy duro distinguir entre lo que es cierto y lo que no lo es. En un sistema fascista, no son las mentiras las que cuentan sino la humareda. Cuando los ciudadanos no pueden distinguir las noticias reales de las falsas, ellos van perdiendo su derecho de demandar cuentas, poquito a poco.


Paso 9: disidente es igual a traición

Haz ver la disidencia como traición y la crítica como espionaje. Cada sociedad que se cierra hace esto, al mismo tiempo que elabora leyes que fomentan la criminilización de ciertos tipos de discursos, y que expande la definición de “espía” y de “traidor”.

Cuando Bill Keller, el editor del New York Times, llevaba la historia Lichtblau/Risen, Bush calificó el goteo de información clasificada llevada a cabo por el Times como desgraciado. Mientras, los Republicanos en el Congreso pedían que Keller fuera condenado por traición, y los comentaristas de derechas mantenían la misma cantinela. Algunos reporteros (…), con aires de suficiencia, recuerdan a sus lectores que una la pena por violar el Espionage Act es la ejecución.

(…) Es importante recordar Nikolai Bukharin, editor de Izvestia, acabó siendo ejecutado, tras el juicio público de Moscú en 1938 en el que se le acusó de traición. Y es importante recordar a los americanos que cuando el Espionage Act de 1917 fue invocado por última vez, durante el infame Palmer Raids de 1919, los activistas de izquierdas fueron arrestados sin garantías (…), mantenidos en la carcel por más de cinco meses y “apaleados, muertos de hambre, sofocados, torturados y amenazados con la muerte”, de acuerdo con la historiadora Myra MacPherson. Después de aquello, la disidencia se enmudeció durante una década en América.

En la Unión Soviética de Stalin, los disidentes son “enemigos de la gente”. Los Nacional Socialistas llamaban “los traidores de noviembre” a aquellos que apoyaban la democracia de Weimar.

Bush firma el Military Commissions Act

Y aquí es donde el círculo se cierra: la mayoría de los americanos no se dan cuanta que desde septiembre del año pasado – cuando el Congreso aprobó la Military Commission Act de 2006, de una forma equivocada y tonta –, el presidente tiene el poder de llamar a cualquier ciudadano americano “enemy combatant” (enemigo combatiente). Y él tiene el poder de definir lo que significa “enemigo combatiente”. (…)

Incluso si usted o yo somos ciudadanos americanos, incluso si resulta que somos totalmente inocentes de aquelllo de los que se nos ha acusado, él tiene el poder de detenernos ya que mañana vamos a hacer escala en el aeropuerto de Newark. O puede atraparnos con una llamada en la puerta. Embarcarnos a usted o a mi en un barco de detención de la marina. Mantenernos en aislamiento, posiblemente durante meses, mientras esperamos por nuestro juicio.

Interior de Camp 6 en Guantánamo.

(El aislamiento prolongado, como los psiquiatras saben, desata la psicosis en prisioneros mentalmente estables. Esta es la razón por la que los gulag de Stalin tenían una celda de aislamiento, como las de Guantánamo, en cada prisión satélite. Camp 6, la más nueva y brutal facilidad de la cárcel ubicada en Cuba, está compuesta únicamente por celdas de aislamiento.)

Nosotros, los ciudadanos americanos, tendremos un juicio en algún momento. Pero los activistas por los “derechos leales” del Centro por los Derechos Constitucionales dicen que la administración Bush está tratando de encontrar maneras para evitar juicios justos incluso a los ciudadanos americanos. (…) “Hemos migrado absolutamente a un modelo de detención preventiva. Si parece que podrías hacer algo malo o puede que hagas algo más, te vamos a retener”, dice una portavoz del CDC.

Muchos americanos todavía no cogen esto. No me extraña: es difícil de creer, incluso si es cierto. En toda sociedad que se cierra, llega un punto en el que hay arrestos de alto nivel, usualmente líderes de la oposición, clero y periodistas. Entonces, todo se tranquiliza.

Después de estos arrestos, todavía hay periódicos, juzgados,televisión y radio; y la fachada de una sociedad civil. Simplemente, ya no hay verdaderos disidentes. Simplemente, no hay libertad.

Si echa un vistazo a la historia, nos encontramos justamente en el momento previo a estos arrestos.

Paso 10: suspenda la ley como regla

El Acta de Autorización de Defensa de John Warner de 2007 dio al presidente nuevos poderes sobre la Guardia Nacional. Esto significa que en una emergencia nacional – que el presidente tiene ahora poderes para declarar – puede enviar a la milicia de Michigan para imponer el estado de emergencia declarado por él mismo en Oregon, obviando las objecciones del gobernador del estado y sus ciudadanos.

Mientras los americanos estamos centrados en la caída de Britney Spears y en la pregunta de quién puede ser el padre de la criatura de Anna Nicole, el New York Times se ha desmarcado editorializado sobre este cambio:

“Un preocupante fenómeno reciente en Washington es que las leyes que golpean en el corazón de la democracia americana han sido llevadas a la muerte de la noche… Más allá de la actual insurrección, el presidente podría ahora usar tropas militares como fuerza de policía doméstica en respuesta a un desastre natural, una plaga, un ataque terrorista o cualquier ‘otra condición’”.

(…)

Conclusión final:

Desde luego, los Estados Unidos no son vulnereables al violento y total cierre de el sistema que siguió la marcha sobre Roma de Mussolini o las cuadrillas de prisioneros políticos de Hitler. Nuestros hábitos democráticos son demasiado resistentes, y nuestro ejercito y sistema judicial demasiado independientes, para cualquier tipo de escenario de este tipo.

Otros críticos están apuntando, en cambio, que nuestro experimento democrático podría ser clausurado por un proceso de erosión.

Es un error pensar que en un turno fascista se va a seguir, desde un principio, el paradigma de alambre de espino contra el cielo. En los primeros días, las cosas aparentan normalidad en la superficie; los campesinos estaban celebrando los festivales de la vendimia en Calabria en 1922; la gente iba de compras y al cine en Berlin en 1931. Antes de eso, tal como WH Auden explicara, el horror siempre está en otra parte: mientras alguien está siendo torturado, los niños patinan, los barcos navegan, "los perros llevan sus vidas perrunas… Cómo da la vuelta todo/ Demasiado ocioso para el desastre".

Mientras los americanos se dan la vuelta, demasiado ociosos, viviendo en la onda de las compras por internet y American Idol, los fundamentos de la democracia se están corroyendo fatalmente. Algo ha cambiado profundamente que nos está volviendo débiles: nuestras tradiciones democráticas, sistema judicial independiente y prensa libre hacen su trabajo en un contexto de “guerra”, una “larga guerra” –una guerra sin fin, en un campo de batalla definido como el globo, en un contexto que da al presidente–. Sin que los ciudadanos norteamericanos se hayan dado cuenta todavía, tiene el poder de decidir unánimemente si los ciudadanos han de ser libres o encarcelados..

Eso significa que la falsedad (el vacío) se ha expandido bajo la fundación de estas instituciones, todavía libres en su apariencia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena mierda, may frend!

Un beso!

EL sobrinísimo

Guillermo, de Argentina dijo...

Excelente traducción, y muy buen artículo. Es exactamente como lo veo yo, pero muy bien expuesto y con argumentos de peso.

Hay que tener cuidado, el fascismo ya no se dará como en 1938, pero no falta gente que lo desea y trabaja con cuentagotas, gastando la democracia despacito, usando una lima para uñas, pero sin pausa.

Wolf no es la única intelectual en alertar sobre esto, ya Naomi Klein lo viene haciendo desde hace una década y Baudrillard murió con la angustia de que era casi inevitable un estado policial global dados los enormes intereses económicos existentes, la irrestricción del libre comercio y el socavamiento progresivo de todos los ideales elementales de civilización.