domingo, 17 de febrero de 2008

Días de cromos (II): Juanele, por el Sedentario Errante

Hace una semana se publicaba en guasíbilis el primer post de la serie Días de Cromos. Como el propio deporte en el que se inspira, el texto sirvió para que unos mostraran su disconformidad por el tema elegido y otros se unieran sin complejos al carro de nostálgicos de los cromos de la temporada 94-95.

Vitoko, que ayer me hacía complice de uno de los fantásticos viajes fotográficos de su blog, decía preferir los domingos de monte y resaca a los de intercambio de cromos y Carrusel Deportivo. Otros dos lectores, sin embargo, callaban en los comentarios, pero me remitían via email sendas colaboraciones cromofutboleras que van a retrasar el desenlace de esta serie de post dominicales.

El Sedentario Errante ha elegido el cromo de su paisano Juanele para hacer repaso de la carrera deportiva y fiestera del polémico yogurín. Dada la cantidad de rumorología no contrastada, guasíbilis declara no hacerse responsable de nada de lo que se diga más abajo de estas líneas. Las gracias infinitas al Sedentario Errante se presuponen.

Juanele, nacido en el barrio de Roces (Xixón) fue una de las figuras del fútbol asturiano de todos los tiempos. Atrás quedan grandes gloriosos del Molinón como Joaquín o Quini. "El pichón de Roces" comenzó desde bien pequeño a jugar al balón y a robar "Phoskitos" en las tiendas de la ciudad de "los del culo moyao". Estas dos cosas marcarían su vida. El Sporting se fijó en él y se lo llevó a entrenar a Mareo. Allí pasaría años dulces entre peleas y regates. Se esperaba de él que fuera el Quini de los 90, pero no fue así. Bueno en cierta manera sí (perdonen por este galleguismo) , porque el de Roces era un enamorado de las salidas nocturnas, mucho antes de que lo hicieran Ronaldo o Robinho. Claro que aquella era otra época. Antes se podía hacer.

Juanele era conocido como el rey de Cimavilla (zona de copas de Xixón), pero su gusto infinito por el Gin Tonic no le impedía hacer vibrar a la hinchada del Piles. Un regate a la izquierda, otro por la derecha, pase a Luis Enrique y Goooooooooooool. El Tenerife (que de aquella se dedicaba a robarle ligas al Madrid en la última jornada) se fijó en él y se marchó para las islas afortunadas. Así empezó el éxodo asturiano a los equipos de primera división. El Pichón de Roces formó parte del equipo de los "yogurines" del Sporting, el equipo más joven de primera, una camada de astros compuesta por Manjarín, Abelardo, Luis Enrique y tantos otros.

Copas y peleas

Juanele es gran conocedor de las luchas callejeras, nada que ver con la kale borroka tradicional vasca. Ostias en bares y puñetazos al más puro estilo Rocky Balboa le acompañaron a lo largo de su carrera. Es conocido por todos los amantes del lado oscuro del deporte su "conflicto" con una alta personalidad de la política cántabra. Iván, otro célebre sportinguista militaba por aquel entonces en el barcelona y Juanele, que todavía jugaba en la ribera del Piles y ese fin de semana estaba sancionado, acudió a ver el partido de su ex compañero y amigo. Jugaron de sábado, el resultado no se recuerda, pero lo que sí fue la paliza monumental que le dio a un tío, que era nada más y nada menos que el hijo del alcalde de Santander, cagar y volver.

Llega el año 1994. Javier Clemente decide convocar al Pichón de Roces para jugar en el mundial de EE.UU. Qué casualidad que todos los jugadores de campo disfrutaron de minutos menos él. Se dice, se comenta, se rumorea que la razon por la que Javi no le alineó fue por pasarse con la priva y (mentira o no) llevarse alguna que otra mujer al hotel de concentración.

Sentado en el chigre de la esquina.

Después de varios años en el Tenerife recalaría en el Real Zaragoza, donde fue apartado de la plantilla. En sus ultimos años volvería a tierras asturianas. Esta vez no para jugar en el Sporting de sus amores, sino para defender los colores del Real Avilés Industrial, equipo que actualmente milita en tercera división, misma categoría que el puto Oviedo. Al final juega varios partidos y se cansa, pero afortunadamente para la hostelería asturiana y el mundo de la rumorología hay otros hábitos que jamás colgó.

Mañana, post homenaje a Días de Cromos, cortesía de Demian.

3 comentarios:

glo dijo...

Eyyy Luxo!! a ver si te acuerdas de tu visita mexicana en Londres! =) Esta muy chido tu blog, felicidades!!!
Y solo un pequeño comentario, al principio no entendi que era eso de cromos, y me tarde un rato en agarrarle la onda, pero ya cai y nosotros en México hacemos lo mismo pero le llamamos "barajitas". Las soliamos comprar en unas pequeñas tienditas que las señoras ponian en los porches de sus casas durante las tardes. Vendian dulces, refrescos, papitas y tambien las barajitas; en cada barrio encontrabas alguna, le llamabamos "las tienditas" o "la tienda de la esquina".
Nuestros padres eran los que nos compraban los albums para pegar las barajitas y luego las intercabiamos en el recreo para llenar todo el album.
Aunque cabe resaltar una diferencia grande entre el coleccionismo de barajitas entre chicos y chicas; en México los chicos tambien coleccionan barajitas de futball o cualquier deporte, pero las niñas nos concentramos en todas las referentes a caricaturas, como las de los ositos cariñositos, candy candy o mickey mouse.
Tan grande era la afición en mi generación que de adolescente tambien vendian barajitas con personajes de las telenovelas! jajajaja producto interno bruto por excelencia! jajajaja
En fin solo queria compartir contigo mis experiencias como coleccionista de barajitas al otro lado del oceano...
Aun que nos dividan los continentes al final no somos tan diferentes y nuestra escencia humana es la misma.
Un abrazo enorme!!! y que siga creciendo este blog! Gloria =)

El Txarro de las Calaveras dijo...

En este momento sólo quisiera darle la enhorabuena por romper barreras oceánicas, como está logrando y conseguir unir a personas con las más sencillas nimiedades, las más importantes y las que más nos acercan. Aprovecho también para mandar un cálido saludo al otro lado,de la otra parte londinense que tuvo tan grato placer de recibir en su morada la visita mencionada en el otro comentario, esas picafresas!!!

Anónimo dijo...

En primer lugar, gracias glo por tu comentario. Eres la primera lectora que comenta en este humilde rincón cibernético, por lo que puedes sentirte pionera, heroína e invitada de lujo en guasíbilis.

Es muy curioso que en algunas cosas los niños seamos tan parecidos a ambos lados del Atlántico, como el coleccionismo inútil. Me ha hecho mucha gracia tu necesaria apreciación acerca de las diferencias entre las "barajitas" masculinas y las femeninas. Mi hermana, que es mucho menor que yo, en vez de cromos de fútbol coleccionaba hojitas rosas olorosas. Por lo visto, cuando la hoja perdía su olor, automáticamente perdía su valor.

Hacen falta más puntos de vista femeninos!! Glo, espero que consideres este blog como tu casa.

En referencia al post del Sedentario Errante... bueno, yo también soy fan de la bizarra figura de Juanele. Y también de la subcultura asturiana, ojo. Que una cosa va de la mano de la otra. Espero que el señor Sedentario, si me oye, se anime a volver a contribuir un poco más de su prosa astur.

Un beso para todos vosotros y, por fín, vosotras!!