1. Porque una lista (
la lista), precisamente, es el leit motiv de la serie. Y todo hace pensar que la segunda durará lo que la primera.
Por si no han visto ni un sólo capitulo de la serie, resumo el planteamiento: Earl Hickey, un redneck chorizo de algún estado del sur de los USA, gana 100.000 dólares en la lotería. Justo cuando celebra su suerte, es arrollado por un coche y acaba en el hospital, donde comprenderá que todas las acciones malas que ha hecho durante su vida le han conducido a ser un desgraciado bicho (teoría del karma). Como Earl quiere ser mejor persona y que le pasen cosas buenas, redacta la lista de malas acciones pasadas que irá tachando una por una, compensando de alguna forma a los damnificados.
2.
Porque su actor protagonista es Jason Lee, que luce un bonito bigote natural. A una larga lista de gente como yo, este señor nos trae muy buenos recuerdos: su debut a las ordenes de
Kevin Smith en
Mallrats,
Persiguiendo a Amy... Los que le hemos visto crecer en la pantalla, estamos contentos de que haya encontrado su sitio en el mundo de la actuación, aunque haya tenido que ser en la tele. Por si alguien no lo sabía, antes de ser actor, Lee fue
skateboarder. Y además es cienciólogo, pero eso lo contamos más tarde.
3. Porque es una sitcom que formalmente respeta los mandamientos de la nueva ola de series que
se toman en serio a sí mismas y al género: está grabada con una sola cámara de cine, gran parte de la acción transcurre en exteriores, tiene una estética propia muy lograda, paga homenajes a clásicos del cine, cuenta con actores fantásticos, además de maravillosos y sorprendentes guiones temporalmente no lineales, un arco narrativo que también nos lleva adelante y atrás a antojo de la dichosa lista, es políticamente incorrecta y no tiene risas enlatadas, ni errores narrativos (esas hermanas de los protagonistas que aparecen y desaparecen, o los secundarios que un capítulo son zurdos y, al siguiente, dejan de serlo para siempre). Además, su única catchphrase (esas irritantes frases que se dicen mucho: "para dentro Romerales") es: "Hola Earl", y su correspondiente "Hola, hombre Cangrejo".
4. La mayoría de puntos de la razón de arriba nos llevan a:
porque su creador, Greg García, sabe lo que quiere y, qué cojones, sabe cómo hacerlo.
5. Ya hemos hablado de lo buenos que son sus guiones y de que es políticamente incorrecta. Bueno, pues por si no ha quedado claro:
porque tiene chistes cojonudos (sonrisa continua y carcajadas garantizadas). Al fin y al cabo es una sitcom, ¿no?
6.
Por el gusto a la hora de escoger su banda sonora. Canciones míticas de Lynyrd Skynyrd, Bob Marley, Queen o The Doors siempre entran bien, cuando acompañan al torrente de sensaciones audiovisuales indicado. Pero escuchar también a Nick Drake en estas circunstancias es una doble alegría para el oído intrépido.
7. Quijote y Sancho (cuánto tiene Earl de Quijote, y cuánto su hermano de Sancho), Mortadelo y Filemón, Hernández y Fernández, Astérix y Obélix, Jay y Bob el silencioso, Batman y Robin, Martes y Trece, Faenino y Cansado, Herminio y Miguelito, Tim Binsley y Daisy Steiner, Sam y Dave, Hedu y Borka.
Porque el protagonista siempre necesita un escudero, un amigo, una pareja, especialmente cuando hablamos de humor (que es cosa de dos), y Earl tiene a su hermano Randy, que es un poco lento, pero muy entrañable.
8. Porque el segundo idioma de la serie es, indiscutiblemente,
el español. Claro, si no la ven en VO, eso nunca lo sabrán.
9.
Porque su universo es puramente white trash. Earl es jodida basura blanca, y su hermano, su ex mujer y el resto de blancos que salen en la serie. El resto son negros que se han sometido al plan nacional de cambio de identidad, inmigrantes mexicanas sin papeles... El mundo de Me llamo Earl es rural, esa América freak. La gente fuma, se emborracha, juega al billar, va de putas y escupe en el suelo. Este Springfield donde vive Earl también está lleno de secundarios tarados y memorables... Bueno, aquí hay más de una razón, tal vez.
10.
Por Joy, la ex mujer de Earl. Rubión con curvas, ojos lindos y labios carnosos. Una auténtica hija de puta, más mala que la rubeola.
11.
También por Catalina, la mexicana ilegal (Nadine Velázquez, la actriz, es yanqui de descendencia portorriqueña), que también está bien curiosa.
12. Porque,
según algunos críticos,
es un panfleto de los ideales de la iglesia de la Cienciología. No en vano, sus dos actores principales, Lee y Ethan Suplee (su hermano en la serie), son correligionarios de Cruise y Beck. Y, bueno, ya saben ustedes que en este rincón cibernético apoyamos cualquier iniciativa de organizaciones como esta (el PNV, la iglesia anglicana, los evangelistas, el ku klux klan, los surfistas católicos, el Athletic de Bilbao), sin ánimo de lucro o poder, y que intentan hacer de este mundo un lugar más habitable y bueno.
13. Porque en este medio, la tele, se venden muchas cosas, pero sobre todo mucho miedo, mucha inseguridad, muchos estereotipos falsos, muchos remedios de palo contra la soledad y casi no quedan cosas inocentes como esta. Hacer cosas buenas para que te pasen cosas buenas (y tal vez, para construir un mundo mejor)
es el discurso más ingenuo que he oído en la tele en mucho tiempo en un producto dirigido a adultos. Y sin embargo me gusta. Es optimista, igual que Earl, y no tiene más moral que la que cada uno le quiera dar.
14. Casi se me olvidaba,
porque Earl tiene un pasado oscurísimo. Ha sido un macarra cabrón desde bien pequeñito. Y sólo hace falta echar un vistazo en su lista.
15. Porque la cuarta temporada comienza el próximo 25 de septiembre.
Si necesitas más razones.
Aquí podrás ver una buena tanda de capítulos, en inglés con subtítulos en castellano. Disfruta.